La empresa
Giraudon es una historia familiar, una historia de apasionados, técnicos y comerciantes. Una historia que comenzó en 1890 en Marsella. Desde hace 130 años, suministramos a los profesionales de la industria alimentaria, pasteleros, chocolateros, heladeros, aromatizadores, laboratorios farmacéuticos y químicos, artesanos, distribuidores para panaderías y pastelerías, tiendas ecológicas y comercios independientes.
En 1890,
en Marsella, Georges Giraudon fundó un pequeño negocio en la avenida de la Corse y comenzó a comerciar. El negocio iba bien y la empresa pronto se trasladó al recinto de Catalans, cerca de la playa. Poco a poco, la fábrica se equipó para moler y envasar azúcar en formatos industriales o domésticos. La actividad se desarrolló así.
Cuando su hijo Adrien tomó el relevo, la industria azucarera estaba en pleno auge, se especializó y compró su primera máquina para fabricar terrones de azúcar. Este fue el comienzo de su éxito. Obtuvo una licencia para desnaturalizar el alcohol producido por las destilerías de los fabricantes de azúcar para uso doméstico (limpieza y ocultación). Giraudon abastecía a la ciudad de azúcar y de aguardiente.
A lo largo del siglo XX,
En la fábrica, situada en el paseo marítimo en uno de los lugares más pintorescos de la ciudad de Marsella, se pueden leer las inscripciones «G. Giraudon et Fils – Sucres et alcools». Así se han sucedido las generaciones.
Giraudon se ha convertido en el primer comerciante de azúcar de la Provenza y abastece a los pequeños y medianos industriales, así como a los distribuidores de los panaderos y a todo tipo de minoristas y supermercados.
Cientos de clientes se encuentran con el servicio de Giraudon: azúcar de calidad, una amplia gama de productos y, por supuesto, el hecho de poder comprar pequeñas cantidades de azúcar negociadas en grandes volúmenes por su proveedor. Todos ganan, todos avanzan de la mano y el negocio prospera.
En 2007,
Jean Charles Bagnis, el actual gerente, tomó el relevo de Danielle y Georges Giraudon y perpetuó la saga. Representa así la cuarta generación de esta emblemática familia marsellesa que dirige la empresa.
En aquella época, el negocio había cambiado. La globalización había llegado y para sobrevivir a ella había que adaptarse.
Obligado a liberar el frente marítimo de Marsella, Giraudon se trasladó a Vitrolles e invirtió en numerosas máquinas. Abandonó el negocio del alcohol y desarrolló su actividad de comercio de azúcar para mantener a sus clientes y ofrecerles la misma calidad de servicio que siempre había ofrecido durante más de 100 años.
Era el momento de la modernización. Se amplió la gama de productos, los envases domésticos se volvieron coloridos, originales y modernos, se desarrollaron los azúcares ecológicos, así como los azúcares especiales, se creó la famosa lata de azúcar Giraudon para las tiendas de delicatessen y se desarrolló un sitio en Internet.
En 2012,
Giraudon adquirió su empresa hermana Baraduc en Lyon y aumentó su volumen anual combinado a 40.000 toneladas.
En 2016,
G. Giraudon et Fils decidió trasladarse a Gémenos.
Allí, al pie de las colinas de Pagnol, en un entorno industrial muy dinámico, la empresa lo ve como un nuevo comienzo. Ha sido a través de los años, a través de las generaciones.
Orgullosa de seguir siendo independiente, la empresa Giraudon tiene la intención de mantener y desarrollar lo más querido: el servicio prestado a sus clientes.
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